domingo, 21 de abril de 2013

El búho





En la encina vetusta que da sombra al chamizo
he visto al viejo búho con sus ojos de plato,
mirón empedernido,se eterniza observando
cuanto ocurre de nuevo por las calles del campo.

Ayer vio a doña ardilla corriendo como loca
por la rama de un pino llevando algo en la boca,
iba huyendo de un cuervo de brillante levita
que graznaba cual loco tras la ardilla maldita.
La ardilla,más veloz,escapó triunfante
y el cuervo echó a volar como una sombra errante.

Filósofo y poeta,nunca pierde la calma,
en sus ojos redondos moran todos los sueños
y en las horas tranquilas le da por meditar
sobre antiguos misterios de la tierra y el cielo.

Cuando llega la noche y la luna derrama
su plateada luz sobre el campo sombrío,
don búho se acicala con agua del rocío
para volverse sombra fugaz en cada rama.