sábado, 5 de junio de 2010

EL RECREO


Bajo la acacia verde de flores amarillas,
un grupo de alienígenas exploran el espacio.
Más allá,una princesa
con gesto contrariado,
está pidiendo a gritos que traigan su corona.
Y aquí,junto a la valla,
un famoso pirata
narra sus abordajes a cuatro bucaneros...

Es la hora del recreo.
Cuando ellos son ellos.
Cuando juegan a un juego llamado libertad.
Cuando paran el tiempo
y se olvidan del tedio,de charlas aburridas.
Y escapan del silencio,
de tensiones,
de miedos...

Y,mientras los observo,
me ha dado por pensar:

"Se levantan temprano,
(da igual que tengan doce que tres años).
Cargan con sus mochilas pesadas como piedras.
Los ponemos en fila
y les prohibimos hablar.
Ya en clase,les contamos
que dos y dos son cuatro.
Que el círculo es redondo.
Que,de las golosinas que acabamos de "darles",
les quitaremos varias,
por ver cuantas nos quedan.
Que las palabras sirven
para contar las sílabas que tienen.
Que es importantísimo saber quien fue Colón.
Que Dios los está viendo todo el rato,
desde el cielo,
y que no se preocupen que Él los protegerá.
Y que a mayor esfuerzo,mayor la recompensa.
Por eso,tras las clases,hay que volver a clase:
guitarra,teatro,tenis,
cerámica,deportes,informática,judo...
y bailes de salón.
Para ser el primero,el mejor preparado...
Y que,a mejores notas,después,mejor empleo...

Y pienso en los Cristianos.
Y pienso en los Ronaldos
y en Operación Triunfo.
Y en la cola del paro.
Y en mi amigo el biólogo
que trabaja de barman.
Y en la clase política.
Y en las innumerables Leyes de Educación.

Y me pregunto,triste:
¿Adónde los llevamos?
¿Acaso son atletas compitiendo en la pista?
Para ganar,¿qué premios?
¿No estaremos robándoles
las más tiernas y hermosas hojas del calendario?
¿No estaremos ahogando
años maravillosos de una infancia
que ya no ha de volver?
¿Cuáles son los valores que seguimos?
¿No será que ya,todos,hemos perdido el norte?"

Y se acaba el recreo.
Dos ases del balón se quedan discutiendo
en mitad de la pista.
Una linda azafata de ojos soñadores,
ha perdido su vuelo.
Y el pequeño Ricardo,
solitario vaquero,
galopa por el patio para no llegar tarde...
...¡qué le riñe el maestro!

Y ese patio,
hervidero de vida hace sólo un momento,
se ha quedado desierto.
Mañana volverá,durante media hora,
a llenarse de risas.
Media hora de juegos.
Media hora de vida.

Jerónimo-2010.